La figura e influencia del Papa Francisco, al final, terminó colándose en la campaña justo en los últimos días antes del ballotage.

Luego de que el sumo pontífice pidiera “votar a conciencia”, advirtiendo "ya saben lo que pienso”, el sciolismo salió a capitalizar la frase y se hizo un festín con el intento de respuesta que hizo Jaime Duran Barba desde Jujuy, durante el cierre de Macri.

Sin filtro, el asesor estrella de Macri dijo: "Lo que diga un Papa no cambia el voto ni de diez personas aunque sea argentino o sueco".

Al ecuatoria se le fue la mano, y por eso el propio Macri salió a minizar sus declaraciones: "Siento un profundo respeto y admiración por el Papa Francisco y en lo personal, estoy a favor de la vida", tuiteó el candidato presidencial del PRO.

La polémica no dejó de crecer. Pocas horas después el sciolismo volvió a la carga con la utilización de la imagen del obispo de Roma.

Difundieron hasta el hartazgo una frase de Francisco en la que era consultado por una cuestión doméstica, y él decía: "Díganle que rezo para que se pinche el Globo. Que sigo siendo malo".

Los operadores de Scioli, por supuesto, sugerían que el Papa se refería a los típicos globos de campaña macrista, pero finalmente se conoció que Francisco había sido consultado por un partido de fútbol, el que Huracán (conocido como "El Globo") jugará el próximo jueves ante River, por las semifinales de la Copa Sudamericana.